El Vaticano entró en “sede vacante”
Ante el fallecimiento del Papa Francisco, el Vaticano entró en un tiempo de “sede vacante”, en el cual la iglesia queda sin papa (ya sea por muerte o renuncia como la de Benedicto XVI).
En esta transición, todo lo relacionado con el pontificado queda suspendido, y la administración del vaticano queda temporalmente bajo la dirección del Camarlengo, que actualmente es ocupado por el cardenal Kevin Farrell, quien ocupa ese cargo desde el año 2019 cuando el mismo Papa Francisco lo nombró.
Farrel, es el encargado de cumplir con el estricto protocolo de la iglesia católica. Es así como debe confirmar la muerte del papa; destruir el anillo papal y sellar el dormitorio del Papa.
En el caso de la confirmación de la muerte, debe realizarse con el maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias, los prelados clérigos y el secretario y canciller de la Cámara Apostólica, como testigos.
En cuanto al anillo papal o del pescador, esta joya la portan todos los sucesores y es destruido como representación del fin de su papado. En marzo de 2013, cuando fue elegido Jorge Bergoglio como Pontífice, éste en vez usar esta prenda en oro, como es tradición, prefirió que fuera hecha en baño de plata, siendo coherente con su ejemplo de austeridad.
Los asuntos pendientes tras este acontecimiento deberán esperar a la elección del próximo papa, en caso de ser urgentes, lo resolverá el cuerpo colegiado, compuesto por 252 miembros, según lo estipula el artículo 171 de la Constitución Apostólica.